El fenómeno del niño es un evento natural que impacta las condiciones climáticas de diferentes regiones en el mundo, incluyendo Colombia. Sus efectos se pueden sentir en diferentes sectores de la economía, incluida la agricultura. En este artículo vamos a explorar cómo el Fenómeno del Niño afecta el sector del agro en Colombia.
Cambio climático y variación en las precipitaciones
Muchas regiones del país dependen de la regularidad de la lluvia para sus cultivos. En este sentido, los episodios producidos por este evento climático, pueden incidir negativamente en el aumento de la temperatura, lo que se traduce en sequías o reducción de las precipitaciones. De esta manera, los agricultores enfrentan diferentes desafíos como el suministro de agua para riego y las altas temperaturas que pueden afectar negativamente el desarrollo natural de los cultivos. Además, el Fenómeno del Niño también puede aumentar el riesgo de incendios forestales, que pueden dañar los recursos naturales y afectar las producciones agrícolas.
Pérdidas en la producción agrícola
Las pérdidas provocadas por este fenómeno pueden ser sustancialmente altas para los agricultores, sobre todo en los cultivos que son sensibles a las condiciones climáticas y pueden verse afectados por el estrés hídrico y las sequías. Además, también se promueve la proliferación de enfermedades y plagas en los cultivos, ya que las condiciones secas y cálidas crean un entorno propicio para su aparición. Esto repercute directamente en la economía de los productores y en la calidad de las cosechas.
Medidas para mitigar los efectos del Fenómeno del Niño
El agro colombiano debe implementar medidas de adaptación y reducción de los problemas que conlleva este evento natural. Es así como los fertilizantes minerales cumplen un papel importante en este caso. Ya que al ser fertilizantes de lenta asimilación y ser mezclados con materia orgánica los nutrientes están más disponibles en el suelo, pues no se lavan fácilmente con las lluvias ni se evaporan con el sol, así permiten disminuir y controlar efectivamente los daños causados por el surgimiento de plagas y enfermedades, lo que representa un alivio para los agricultores que luchan por tener cultivos sanos que produzcan una cosecha de alta calidad, de esta manera su economía y producción no se afectan. Por otro lado, el uso de fertilizantes naturales ayuda a mantener la salud del suelo y contribuye con la mitigación del impacto ambiental que producen los fertilizantes químicos.
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